La fragilidad se acomoda,
entra sin ser llamada,
y se hace dueña del espacio.
Tiemblan las emociones,
presagiando cambios,
duras pruebas.
Esa frágil estabilidad,
conseguida con un titánico esfuerzo,
se tambalea y agrieta.
Mi envoltura porosa,
lejos de proteger…
se resquebraja y transparenta.
¡Solo tu abrazo me libera!
¡Solo tus palabras me consuelan!
Abrázame con ternura,
con la fuerza de tus versos,
con el calor de tu voz.
Abrázame…
y ahoga mi temblor.
Reme Gras.
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