Revolución.
Cuando la sangre se altera,
los latidos gritan pulsaciones
el pecho salta con cada contracción,
como la lluvia rebota en el suelo.
Es la revolución de la naturaleza,
sorprende, asusta, a veces hasta duele.
Una renovación interna, interminable...
un pulso, entre el instinto y la razón,
entre el corazón y la mente,
un desencuentro entre la virtud y la norma.
La revolución de la química corporal,
en perpetua lucha con el espíritu.
Reme Gras.
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